The sweetest thing
Hoy, cuando menos me lo esperaba, he recordado un momento junto a Primilla y no he podido evitar sonreír como un idiota.
Me ha costado mucho tiempo desde que acabó lo nuestro en llegar a ese punto en que cuando pasa una relación empiezas a
Es una teoría que sostenía a falta de comprobación empírica y que se ha cumplido, al menos en mí, gracias a mi naturaleza de por sí poco rencorosa. Sigo estando (por fin puedo estarlo) enfadado con ella hasta el punto de, a día de hoy, no querer ni verla, pero no me regodeo en lo malo y sí sonrío en cambio al recordar lo bueno de nuestro pasado común, cuando algún recuerdo me asalta de improviso. Es curioso esto del optimismo. Pueden gustarte las verduras (por ejemplo) o no soportarlas, pero si te gustan gozarás de un placer inesperado al comerlas que quien no las soporte no tendrá, amén de unos beneficiosos efectos secundarios.
También es evidente el poder evocador de la música, y el impacto al volver a oír una canción después de tanto tiempo ha sido brutal. El estómago se me ha encogido como si me acabaran de dar un puñetazo. Y no he pensado en Primilla inmediatamente al oír la canción, ya que a priori no había relación alguna, pero la letra habla de amor y puede que eso haya sido suficiente para que mi cerebro hiciera la conexión y poco después, en una sala de espera y con la mente divagando libremente, recordara un momento junto a ella, posiblemente el más dulce de toda nuestra relación. Y al hacerlo he sonreído.
No era la primera vez que intimábamos, pero sí la primera que lo hacíamos en su casa. Ella cuidó todos los detalles como yo no supe cuando estábamos en mi terreno, con mano femenina, y se notó. Música, iluminación... El ambiente era perfecto. Fue bastante mágico, la verdad. Una de esas ocasiones como sacada de mis propios sueños, como tantas veces creí sentir con ella. Ya en medio del asunto, y bastante ligeros de ropa, hubo un momento en que ella estaba encima de mí y la escasa (pero no del todo ausente) ropa no le impedía moverse acompasadamente, buscando el roce de nuestros cuerpos, para su placer y el mío. Tanto es así que yo, que me reconozco muy excitable con la vista (como dicen que es más propio en los hombres), no pude evitar cerrar los ojos un instante y dejarme llevar por el mar de sensaciones que me inundaban. Hasta que volví a abrirlos, y entonces ocurrió.
Me encontré con su cara observándome desde las alturas. Miré en lo más profundo de sus ojos, y vi tanta ternura, y la sonrisa que se dibujó en su rostro fue tan dulce... que no creo que la olvide mientras viva. Y cada vez que la recuerdo, sonrío. A pesar de todo.
Es cierto que por muy dulce que sea ese recuerdo, no deja de estar ligado a otro bastante amargo inmediatamente posterior, cuando tanto mi inexperiencia como su baja autoestima nos impidieron consumar nuestros sentimientos como la ocasión lo merecía. Pero eso es otra historia, que además no me apetece recordar. Ahora que le he cogido el gusto al optimismo, me parece una completa pérdida de tiempo.
Etiquetas: Primilla
me alegro por ese ataque de optimismo,me pasas un poco...?
se te echaba de menos,
un bso
Ya creia que no volverías, me alegra que lo hagas tan optimista.
Un besote!
joer joe, me has tenido en ascuas de como te encontrabas, eso no se hace¡ te imaginaba malito y me preocupaba hombre, por mucho poco que te conozca.
me alegro que te vaya mejor la vida, son trances por los que hay que pasar, solo trata de sacar el lado positivo y ver que has pasado por una experiencia maravillosa (aunque tambien amarga), que seguramente volvera a repetirse (esperemos que la solo la bonita). animo hombre¡¡¡
besos
Hola amigo!!
Claro que si, el optimismo no hace daño y es adictivo, así que te deseo un dulce vicio al optimismo ;).
Es cierto lo que cuentas, llega un momento en que puedes recordar situaciones y sonreir, cuando antes solo podrías desgarrarte. Es el circulo de la vida, supongo.
Te mando un fuerte abrazo y mucho más optimismo aún ;)
Siempre serás un fenòmen, tenlo en cuenta ;)
Hola Joe, disculpá mi intromisión en tu blog... tropecé con él de casualidad y me está gustando leerlo...
Y disculpá también que me apropie de los consejos de tus amigos como si me los dijeran a mí... son muy buenos.
Un abrazo mandarinesco desde ¿Buenos? Aires
Me alegro que hayas vuelto :)
vuelve otra vez... :(
muak muak
Hey! ya me he leído toda la novela... necesito actualizaciones!!
no vuelves... ;).muakssss
yo tambien quiero que vuelvas
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