<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d11363529\x26blogName\x3dEl+Weenie\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://weenie77.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://weenie77.blogspot.com/\x26vt\x3d-8639029271648590326', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
en isoHunt

27 julio 2008

¿Dónde vas, cuerpo triste?

Soy un triste. Soy un soso, un mustio que no sabe divertirse. Mañana trabajo, tengo que conducir, estoy cansado, no puedo beber, hoy no me apetece... Me invento miles de excusas baratas para no reconocer la triste realidad: que soy un puto desgraciao que necesita un motivo para ser feliz en vez de limitarse a reconocer que no tiene ninguno para no serlo. Rodeado de gente estupenda, con buenos amigos, en un ambiente inmejorable, un día, y otro, y otro, y no soy capaz de hablar y bromear como el que más. No soy capaz de ser ese yo que un día fui y sé que puedo volver a ser. Lejos quedan mis problemas de timidez, o mi añoranza de Primilla, no, no es eso. Pero sigo apático en muchas situaciones, me pongo en modo espectador y me limito a observar.

No soy divertido, no soy gracioso, no sé divertirme, y esa es la puta realidad, salvo en ocasiones muy puntuales que no son más que la excepción a una regla que no quiero admitir que existe. La mayoría del tiempo es así, y ya me pasa desde hace mucho. Y me jode por lo de siempre. ¿Quién va a querer estar con un soseras pudiendo estar pasándolo bien con cualquier otra persona? Siempre he estado muy orgulloso de mi sentido del humor, y es como si lo hubiera perdido. Y es una gran pérdida. No me sobran cualidades tan importantes, como para ir perdiendo las pocas que tengo.

Y mientras aprendo a pasármelo bien y a que los demás se lo pasen bien conmigo, que es de lo que en el fondo se trata, sigo callando. Una cosa es pasar un rato de vez en cuando con alguien que no te aporta nada, y otra tener que, encima, secarle las lágrimas.