Road trippin'

A veces sueño despierto. A veces me imagino historias en las que yo soy el protagonista. Historias que casi siempre acaban como la típica película de Hollywood: con final feliz. En la vida real nunca es así. Por eso odio cuando pasa en las películas. En mis historias, en cambio, no cabe otro final. Para eso son la proyección de mis propios deseos.

A veces me vienen a la mente simples imágenes, breves escenas de lo que podría ser parte de una de esas historias. En esas ocasiones no soy yo el guionista. Supongo que mi subconsciente habla de la única manera en que puede hacerlo, y me trae a la cabeza situaciones cuando menos inesperadas, aunque sin llegar a ser tan surreales como los sueños.

Hoy tenía todo el día una de esas escenas rondando mi pensamiento. Mi habitación, mi cama. Dos cuerpos desnudos. Lo quiera o no, he vuelto a pensar mucho en el sexo estos días. Aparte del amor, que para mí va muy unido, y por estas fechas siempre está en el aire. Por eso no me extrañó la escena en sí, aunque sí la protagonista. Quién lo diría.

Cada año se repite la misma historia. Siento que me falta algo, y sobran ocasiones para recordármelo. Desde hace poco vuelvo a recordar viejos pensamientos y me asaltan nuevas dudas con la ayuda de una bloguera cuya búsqueda me recuerda a la mía. Necesitados Anónimos S.A. sigue creciendo, por desgracia.


Y gracias a los que me rodean, aunque ellos no sean conscientes, pongo los pies en la tierra y me doy cuenta de lo que ellos ya saben y yo me negaba a ver: que probablemente no vaya a Alicante en un futuro cercano, y que toda mi ilusión por ver a Anita va camino de quedarse en la cuneta. Y aunque ha sido un pequeño duro golpe, más vale eso que hacerse ilusiones. Que luego es peor.

Actualmente escucho: Californication (Red Hot Chili Peppers)