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18 diciembre 2005

Tristeza post-party

Pues al final bebí bastante, empalmé sólo en uno de los sentidos de la expresión, y al día siguiente trabajé lo normal. O incluso menos, porque me fui a casa una hora antes que los demás.

Reconozco que en conjunto mi noche no se distinguió mucho de lo que he leido por ahí de otras cenas de empresa. Tal vez tengamos demasiadas expectativas para una noche supuestamente especial (como muchas de estas fechas), o tal vez la compañía, al ser gente de tu entorno laboral, no ayuda mucho a la diversión.

Para mí la compañía no era para nada inapropiada. Sandra, Taku, Ximo... Si le añadimos alguna gente que me cae muy bien y que no había tenido la ocasión de conocer en ambientes nocturnos, se forma un grupo muy propicio a la diversión.

La realidad fue otra. La sensación que me queda de la noche es agridulce. No encuentro otra palabra para describirlo. Me reí mucho durante la cena, aunque eché de menos a Sandra en esas risas. Salí del bar un poco cocidito, como atestiguan las fotos que tengo en mi poder, y haciendo bastante el payaso. A partir de ahí, la noche, mi noche, decayó bastante.

Del local al que nos dirigimos sólo merece la pena recordar el bailecito con el que nos obsequió un personajillo famoso en la empresa por sus despistes, y que el viernes parecía, cuando menos, poseído. Me atrevo a decir que la música no era del agrado de ninguno de los allí presentes (tras la cena, y con la perspectiva de un madrugón para trabajar el sábado, muchos se despidieron), así que nos fuimos pronto de camino a una discoteca cercana.

La música mejoró, pero el volumen era demasiado para mí. Estuve tentado de salirme y esperar en el coche a que llegara la hora de ir a trabajar, pero al final aguanté como un campeón. Pero tengo que reconocer que ni me quedé porque me lo estuviera pasando bien, ni quería irme porque la música estuviera muy alta.

Según pasaban las horas, el dulce dejó paso al amargo, e incluso a la tristeza. No puedo evitar analizarlo todo, y llevo mucho tiempo viendo, analizando, y callando. No sé con quién hablar de lo que me preocupa, y ni siquiera sé si mis preocupaciones son normales o si soy tan raro como muchas personas afirman.

Soy tan idiota que no es la primera vez, ni será la última, que antepongo el bien de los demás al mío propio. Por eso prefiero callar y tragármelo todo, antes que causar preocupaciones innecesarias en quienes me rodean.

Antes de las seis ya estábamos en el curro. La verdad es que no lo pasé muy mal para haber dormido sólo tres horas desde las cinco de la mañana del viernes. Pero la tristeza no me abandonaba, el cansancio era más que justificado, y mi garganta estaba empezando a quejarse de tanto humo, tanto hablar a voces en la discoteca, y tanto frío en los desplazamientos. Así que como se trataba de horas extras (y por tanto, no obligatorias), hice uso de mi derecho explícitamente reflejado en el convenio laboral a que el jefe no me toque los huevos los sábados por la mañana, y me fui a casa una hora antes.

El resto del fin de semana, se veía venir. Muchas horas de sueño, otras tantas de reflexión, y algún momento de debilidad. Incluso en estos días de cambios positivos, siguen visitándome las lágrimas. Y reconozco que no me lo esperaba.

Anonymous Anónimo said...

Eso te ha pasado porque la noche no cumplió las expectativas que tu tenías y porque... Sandra no estaba...
Bueno pues nada, olvídate de esa noche que no te dejo buen sabor de boca y yata! no le des más vueltas... y para hablar seguro que tienes alguien y no te calles las cosas... es malo! estamos aquí y es de verdad...

un besazo wapisimo

1:55 p. m., diciembre 19, 2005  
Blogger Mari Carmen said...

Pos entonces te pasó casi como a mí... Tenía mayores expectativas de la cena de empresa, q por supuesto no se cumplieron... A mí solo me dejaron la sensación de haber malgastado el tiempo y el dinero...
En cuanto a lo de callar y tragartelo todo no es bueno... Si no sabes a kien contarlo, siempre tienes el blog y a tus lectores pa "escucharte" y darte ánimos.
Besotes

4:43 p. m., diciembre 19, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Hola pekatore:

Bueno ya sabes lo que opino de los blogs, pero bueno..... Si a lo que fuiste es a una cena de empresa es bastante normal que no lo pasaras bien. Las cenas de empresa, digan lo que digan, sólo sirven para despejar dudas sobre si la secretaria aquella está tan buena como parece o por si aquél es tan salidorro como nos dicen.... no vale la pena crearse más expectativas, desde el punto de vista que no estás con las personas que tú eliges sino con las que se apuntan a una lista. Otra cosa diferente es que la cena sea de tus 'amigos' del trabajo, así lo hacemos nosotros, este jueves todos y todas en un chalet a dejarse llevar por el buen rollo y la buena amistad, donde se contarán chistes que nadie se atreve en el colegio y donde se dirán cosas que en cualquier otro ámbito no se dirían. Aun así si no sale bien la noche.... pues no pasará nada, son como mi salchicha que hay mucha y no se acaba (el refrán no recuerdo si era así exactamente, creo que no...)
Sobre lo que comentas de la tristeza post-fiesta, te puedo asegurar que es normal, vete acostumbrando, te lo dice un bebedor nato, después de una buena fiesta viene un bajón interesante. Yo que últimamente sé más de lo que me gustaría de emborracharme y estar triste y sabes que en ese aspecto en el Currículum te gano por goleada te aviso que es algo normal. Después de una buena 'guitarra' vienen unos días de bajoncillo, ya sabes después del subidónnnnnn viene la caidita de roma. Es normal tranqui.

Abrazos.

8:44 p. m., diciembre 19, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Parece que después de todo, mi cena de empresa no estuvo tan mal. De todas formas, el bajoncillo-resaquero-postcena lo tuve igual...probablemente por motivos distintos a los tuyos, pero también lo tuve...No nos conformamos con nada, ni sabemos estar bien. Y lo peor es que yo a veces creo que la mayoría, tampoco queremos.

11:39 p. m., diciembre 19, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Yo esq a la cena de empresa nunca llevo expectativas grandes... xq como es con parejas, yo voy sin... y todos mis compis están casados... el caso esq siempre me lo paso bien, suelo quedar antes de la cena con dos compis y sus señoras, y una de ellas habla x los codos como yo, asiq en la cena no nos aburrimos.. pero esq yo me enrollo a hablar con quien sea!! jaajajaja

Otro temita... no eres raro, eres especial :) y eso no es malooooooooo, si necesitas algo, lo q sea, sabes x donde ando, y sino está tu blog ya lo sabes :)

Un besazo enorme, y aunq a veces cuesta mira un poquito mas x ti (a mi tb me pasa lo de mirar x los demás... a base de puñaladas traperas cambias un poquito)

8:31 a. m., diciembre 20, 2005  
Anonymous Anónimo said...

mi opinion es q las expectativas nunca son wenas, pq muxas veces son falsas y lo unico q hacen es q nos agamos ilusiones sobre las cosas y dspues decepcionarnos.dspues del rollo psicologico (t habla la voz de la experiencia jeje), t digo q t animes, q tienes tus preocupaciones y claro q son normales, son tuyas!! aunque a veces le demos mas importancia a las cosas de la q tienen. piensa en ti de vez en cuando q merece la pena seguro jeje.y estan aki las navidades asi q vuelve a correrte otra semanita como la del puente ;),tp esta mal llorar de vez en cuando viene q t cagas muxas veces jeje. un besazooooo

4:04 p. m., diciembre 20, 2005  
Blogger Joe said...

MIXIZAR: Sandra sí estaba, pero no como yo hubiera deseado. Y ya hemos hablado, así que me encuentro bastante mejor.

AFRODITA: no sé si me "escucha" mucha gente por el blog, pero desde luego me desahoga bastante escribir.

NACHETE: en mi "contrato" no decía nada de los bajones. Me han timao :( Abrazotes, borrachín.

DILEMASYONKIS: qué razón tienes, ni nos conformamos ni sabemos estar bien. No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita.

VALERY: ¿no soy raro, soy especial...? Ni pa ti ni pa mí, llamémosle distinto, que suena más neutro. :)

PITUFINA: me parece que la semana del puente no se va a repetir. Todo lo contrario, empieza desde hoy una semana de soledad.

1:05 a. m., diciembre 21, 2005  
Anonymous Anónimo said...

No me lleves la contraria!! especial y punto!! es algo q me pegó un amigo mio, yo siempre solia decir q era mas rara q un perro verdeeeee y el decia q no era rara, era especial q es igual a distinta, pero queda mas "gonito" especial :) asiq ya está claro no? ESPECIAL! :P

Besos :**

9:29 a. m., diciembre 21, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Bueno....lo que te ha pasado es lo mas normal, realmente, dime una sola persona que siempre que salga se lo pase bien....A veces esperamos demasiado y al ver que eso no se cumple, nos sentimos mal, y a veces porque simplemente parece que la situación no te llene.
Creo que lo fundamental es que no le des vueltas, no te preguntes por que las lágrimas han vuelto, déjalas venir y no les des mas importancia. Las recaídas, como ya te he dicho alguna vez, son normales.
Besos

2:22 a. m., diciembre 23, 2005  

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