Reflexiones codificadas
Tan solo con eso hubiera bastado. Nunca se pide pero siempre se agradece. Hace un tiempo era más habitual y hoy en cambio escasea. Y aunque llegó tarde, hizo su efecto. Una vez adquirido el compromiso de perseguir el voto de silencio, no hay nada que yo deba decir para mejorar algo que a mí se me antoja deficiente, pero que otros verán con normalidad.
Tengo que hacerme a la idea de que las cosas son como son, y no como yo creía que eran. Siempre he sido un iluso, y no me queda otra que conformarme con lo que hay, aunque a veces me duela, y seguir buscando lo que quiero.
Publicar un comentario
<< Home