<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d11363529\x26blogName\x3dEl+Weenie\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://weenie77.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://weenie77.blogspot.com/\x26vt\x3d-8639029271648590326', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
en isoHunt

01 diciembre 2005

Miénteme, Pinocho

No tengo ganas de escribir. Me invade una profunda tristeza estos días y no sé muy bien por qué. Y sin embargo, escribo.

Todo va muy bien. Mi tan odiada herida, once meses después, está casi curada (no quiero escribirlo muy alto no vaya a ser que lo gafe y se joda todo de nuevo). Sigo en el proceso de renovación de mi armario, de mi manera de vestir e incluso de mi pelo, que puede que vuelva a recuperar parte de su antiguo esplendor (o al menos, de su antigua longitud, que no abundancia) como cuando yo era joven. Sigo saliendo de fiesta (e incluso bailando, quién lo diría) muy a menudo. Me faltaba salir un jueves, noche por excelencia de las juergas universitarias (de las cuales yo no conocí ni una sola en ocho años de carrera), y ya lo he hecho.

Incluso una noche de las más tranquilas, de las de café teatro con espectáculo de humor a las que también me estoy haciendo asiduo, me presentaron a una chica joven, guapa, simpática y soltera (especie en extinción por lo que a mis creencias se refiere), con la posibilidad/intención/idea de que, dejando que las cosas sigan su curso, por qué no, tal vez, quién sabe, quizá algún día pase algo entre nosotros.

Y aún diría más: superando las expectativas de esa noche, no conocí sólo un elemento de dicha especie casi extinta, sino dos. Y el segundo, aquella muchacha a la que yo no tenía previsto conocer, aquella cuyo nombre era tan bello como ella misma, aquella con la que más hablé durante la velada... En fin, que para que mi querida amiga no me diga por enésima vez que me subestimo y que soy negativo, lo suavizaré (sólo un poco) diciendo que haría falta casi un milagro para que una chica como esa acabe conmigo. Pero el primer paso, el más difícil, ya está dado: me di a conocer y estuve, como durante toda la noche y al igual que con los cuatro desconocidos que me presentaron entonces, la mar de simpático y nada nervioso.

Podría pensarse que mi tristeza se encuentra en relación a estos hechos tan poco habituales para mí, pero lo dudo. A diferencia de las últimas ocasiones similares que recuerdo, ni me hice ilusiones sobre lo que podría pasar, ni tuve pájaros en la cabeza antes, ni durante, ni después de esa noche. La prueba de ello es que no tuve ni un atisbo de la ansiedad social que me paralizaba en situaciones así hace tan solo unos años, y que no he vuelto a pensar en todo ello desde entonces. Y bien sabe dios que pienso en muchas cosas, incluso en las que no debería.

Así que tiene que ser otra cosa. Pese a todo lo (d)escrito, sigue habiendo algo de mí y/o mis alrededores que no me hace feliz. Y más allá del hecho de que sepa o no sepa de qué se trata exactamente, la cuestión es otra.

La cuestión es que soy lo que soy, y estoy donde estoy, únicamente gracias a (o por culpa de) mí mismo. Y el problema, como con casi todo en la vida, es que nos obsesionamos con llegar a un sitio y no disfrutamos del camino. No necesito nada para ser feliz, aunque se me ocurra una cosa, la cosa, que me haría inmensamente feliz al instante, o al menos dibujaría en mi cara la sonrisa más grande que jamás se haya visto en un rostro humano.

Hay cosas que no me gustan. Las veo, las siento, y no me gustan nada. Las noto en el pecho como una dolorosa espina que no me acabo de arrancar. Puede que mis ojos no sepan mirar como deberían. También es cierto que estoy aprendiendo a ser un nuevo yo, y no es fácil. Puede que las diferencias parezcan sutiles, pero no lo son. No es lo mismo callarse las cosas por no ser capaz de expresarlas, que hacerlo para no herir a nadie, por ejemplo. No digo que esté aprendiendo a mentir, porque sigo pensando que nunca seré capaz de hacerlo, pero un poco de diplomacia nunca viene mal.

Y un poco de pensamiento positivo, y un poco de alegría con los demás, y un poco de cariño con la gente que me importa... Son muchas pocas cosas, pero tengo tiempo. Nunca es tarde, si la dicha es buena. O eso espero, sinceramente. Eso espero.

Anonymous Anónimo said...

Con todos estos cambios para bien, xq estar triste!! tu problema es pensar demasiado en todo, disfruta cada momento como si fuese el último y sin pensar en nada mas. Por otro lado me alegro de q socialmente te relaciones mucho mejor, q hayas conocido a dos solteras y q te hayas dejado conocer!! y solteras hay muchasssssss, vosotros teneis mas donde elegir ;-)

Un besazo y animate!! no estés triste xq veo q vas x buen camino :)

10:03 a. m., diciembre 02, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Hay mucha gente que se empeña en decirnos que somos negativos, tanto que si lo somos y nos lo creemos, nos hacemos todavía más y luchamos por cambiar los noes por los síes.
Pero... no puedes luchar contra lo que eres y tienes que ser tú mismo.
Los negativos suelen tener, por lo general, una vida interior muy rica (cosa que posiblemente envidien los que no lo son)
Tu último párrafo: seguro que tienes esperanzas e ilusiones, que sonríes y que sientes mucho cariño por los demás. Ese pensamiento "positivo" no es tan positivo, sólo es humano.
Sin extenderme más... sé como tú quieras ser, no como quieres que te vean los demás.

2:45 p. m., diciembre 02, 2005  
Blogger "Chel" said...

todos tenemos èpocas de esas en las que te pasas el dia chof y no sabes muy bien por qué.... pero sabes una cosa??? SONRÍE!!! te parecerá una chorrada pero ayuda un montón ;)

un besito y animo!!^^

4:02 p. m., diciembre 02, 2005  
Anonymous Anónimo said...

yo también empecé hace ya tiempo a hacer esos cambios y te digo una cosa... me siento mucho mejor y QUERIDA por la gente de mi alrededor sin pensar todo el día que todo el mundo intenta hacerme daño como hacía tiempo atrás....

un besazo wapisimo!!!!!!!

5:54 p. m., diciembre 02, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Estás cambiando y te sientes más a gusto contigo... igual te estás acercando a ser realmente como eres, te lo has planteado? ;)

Me alegro de leerte así, un abrazo!

11:42 a. m., diciembre 05, 2005  

Publicar un comentario

<< Home