A vueltas ando con lo mismo
Si tengo un defecto últimamente es que pienso demasiado. Pensar mucho es malo, casi siempre porque sigues razonamientos inapropiados y sacas conclusiones totalmente erróneas.
Dicen que el conocimiento tranquiliza, así que intentando racionalizar lo irracionalizable, no dejo de pensar en por qué me siento tan mal con el tema de la envidia, y ya ni siquiera estoy seguro de que sea envidia propiamente dicha.
No me molesta que Taku y Sandra se hagan regalos. Lo veo normal entre amigos, y posiblemente yo también lo haría con los míos si cuando quise hacerlo en el instituto con Raquel, no me hubieran convencido de lo contrario el resto de mis amistades (un total de dos, por dejar las cosas claras). Al parecer estaba mal visto que yo le regalara nada a mi mejor amiga por un motivo tan tonto como su cumpleaños.
Puede que ahora sí me sienta un poco desplazado por el hecho de que ni él ni ella tengan un detalle conmigo, pero no puedo enfadarme por eso: cada uno recoge lo que siembra, y yo tampoco he sido muy detallista con ellos. Hay un par de cosas que se me ocurren para regalarle a Sandra, pero ya no lo haré, por el mismo motivo por el que tampoco puedo aceptar nada de ella a partir de ahora: desde el momento en que yo escribo esto (y ella lo lee), el supuesto regalo ya no sería de corazón y porque apetezca hacerlo. No quiero hacer un regalo y que se interprete como una llamada de atención provocada por la envidia, ni recibirlo por haber tenido una pataleta infantil, como cuando una madre le compra a su hijo algo para que deje de llorar.
Tampoco me molesta que Mario, el amigo de Sandra de hace muchos años, haya entrado en la fábrica a trabajar con nosotros. Ni que queden para jugar a squash fuera del trabajo, como siempre han hecho. Pero me dolió, y mucho, saber que Taku fue a verles jugar. El simple hecho de vivir a media hora en coche de ellos, y no a cinco minutos andando, juega en mi contra. No debería compararme con él, pero deseo tanto convertirme en uno más de su grupo de amigos, que me da una rabia tremenda no poder hacer este tipo de cosas con ellos. Y esa rabia me tuvo depresivo jueves y viernes.
Tampoco me molestó que Sandra hiciera planes con Mario para aprender a bailar salsa. Lo que me dolió es que yo estaba delante y apenas unos días antes le había comentado a ella mi voluntad también de aprender, y o bien no se acordó, o no quiso decirme nada. Pero una vez más, no se lo reprocho. Uno recoge lo que siembra, y yo ya estaba ese día muy poco comunicativo.
Si hay alguien a quien culpar de lo que me pasa, es a mí mismo. Si lo pienso, el comportamiento de Sandra y Taku conmigo es, ni más ni menos, el que yo tendría en su lugar. Incluso se portan conmigo mejor de lo que me merezco muchas veces. Podría estar más integrado con ellos si me lo currara un poco, pero no lo hago, y estoy donde yo mismo me he puesto. Nadie me está apartando, sino que yo me siento apartado.
Por eso no me enfado con ellos, aunque haya cosas que me duelan y no sepa muy bien por qué. Les estoy agradecido por ser como son conmigo. Y es por ellos, y no sólo por mí, por quien intento no amargarme y estar feliz en su compañía. Ellos menos que nadie se merecen tener a un perfecto estúpido a su lado con cara larga todo el día. A mí tampoco me cae bien ese tío.
Tu mismo lo has dicho, pensar mucho no es bueno, creo q sin darle tanta importancia a esas cosas estarías mucho mejor, pero supongo q no será fácil aunq tampoco imposible ;-)
Un besote y deja de darle tantas vueltas al coco.
Tú mismo sabes cual es el problema... No es q ellos te aparten, tú mismo te apartas... A mí tb me pasa muchas veces, me aparto de la gente... Creo q es como un mecanismo de defensa, para evitar q nos hagan daño...
Lo mejor es q no le des vueltas al tema, porque pensar mucho es malo para la salud.
Besotes
corazón!! vale ya de estar triste e!!!!!!!! pensar es malííííííííísimo para la salud, te lo digo por propia experiencia! ;P yo también soy igual que tu; tener que encontrarle un porque a todo, el "enfadarte"(porque no te enfadas, sin más te sienta mal, o te gustaría que eso te lo hicieran, daran a ti...). Tranquilo que yo te entiendo... intenta no pensar tanto y sonríeme un poco anda... vale??
un besazo cielo!!!!!!
Pero qué te habrás hecho tu para odiarte tanto...Ya te dije una vez que nos costaba casi más ver las cosas buenas que las malas, aunque parezca mentira.
No hace falta tampoco que hagas ningún regalo material, pero si te paras a pensar qué es lo que crees que no le gusta a la gente, y que, por tanto, no te gusta a ti, cámbialo. En vez de hacerle un regalo a Sandra, ten algún tipo de detalle con ella, sé más cariñoso...Al mismo tiempo que no hay que hacer a los demás lo que no quieras que te hagan, piensa que a los demás también les gusta lo mismo que a ti.
No sé si me he explicado muy bien, no es uno de mis mejores días...
Muchos besos
Ya sabes que no puedes compararte con nadie, aunque sé que una situación como la tuya jode mazo. He tenido que renunciar a muchas cosas debido a motivos semejantes, perder muchos sueños, pero eso no evita que vengan otros.
A veces pensamos demasiado, supongo que es para compensar aquellas veces en que pensamos demasiado poco. No es bueno solo pensar, tiene que haber una pizca de kaos para compensarlo, si pensamos demasialo la pelicula que nos montamos en la cabeza es bestial y muchas veces nos distorsiona de la realidad.
Animo tio, y cuidate mucho.
Publicar un comentario
<< Home