El mundo es un pañuelo
El domingo me fui de CCC (cena, cine y cerveza) con mis compañeros de sudores. Pronto pondré nombres, me estoy planteando lo del anonimato. El caso es que me lo pasé muy bien, y ayer repetimos lo del cine porque era fiesta en Valencia. Pero hoy no me apetece hablar de eso.
Hace unos cuatro años, cuando yo contaba con 23, toqué fondo por algo que pasó con I. y decidí ir a un psicólogo. En realidad fue ella misma la que me convenció de que tenía que hacerlo, y me ayudó a dar el paso. No lo hubiera hecho sin ella, por lo que le estaré eternamente agradecido. Coincidió que según iba mejorando mi timidez progresivamente, empecé a descubrir internet desde casa, y los chats. Yo era Joe_23 (qué original), y frecuentaba mucho el canal #Valencia del chat de Terra, que por entonces era mi ISP. Allí conocí a mucha gente, la mayoría del sexo femenino, y no sólo chateaba, sino que quedaba con ellas en persona. Sólo para tomar algo, charlar y pasar la tarde. No esperaba encontrar al amor de mi vida, ni sexo ocasional, ni nada. Me apetecía ampliar mi escasísimo círculo de conocidos, y me producía una gran satisfacción personal ser capaz de afrontar el tipo de situaciones sociales que me aterraban y me llevaron al borde de una depresión y a la consulta de un psicólogo. Que por cierto, era psicóloga, y además joven y muy guapa. A eso lo llamo yo tratamiento de choque.
La primera chica a la que conocí fue Lucía. No negaré que también fue la más guapa y atractiva. Era simpática, hablaba mucho. Hay quien se pone nervioso y se queda en blanco. Ella estaba nerviosa y le daba por hablar más. Y a diferencia de las demás chicas, a ella la vi dos veces. Con la de hoy, tres.
Lucía estaba esta mañana en la cola del paro. Me ha sorprendido, porque vivía en la otra punta de la ciudad, pero la he reconocido nada más verla. Aunque no parecía exactamente ella. Pero ha pasado mucho tiempo, no podía ser otra. Y cuando he oido que su madre, que la acompañaba, la llamaba Luci no he necesitado más pruebas. Ni siquiera preguntárselo, porque aunque me lo he planteado, no le he dicho nada. Quiero pensar que si hubiera estado sola la hubiera saludado por lo menos. Dudo mucho que aún así la hubiera invitado a tomar un café, aunque de todas las chicas que conocí, a ella es a la que recuerdo con más cariño, y con quien más me apetecía volver a quedar.
Claro que si no la hubiera visto hoy puede que no me hubiera acordado de ella nunca más.
Hace unos cuatro años, cuando yo contaba con 23, toqué fondo por algo que pasó con I. y decidí ir a un psicólogo. En realidad fue ella misma la que me convenció de que tenía que hacerlo, y me ayudó a dar el paso. No lo hubiera hecho sin ella, por lo que le estaré eternamente agradecido. Coincidió que según iba mejorando mi timidez progresivamente, empecé a descubrir internet desde casa, y los chats. Yo era Joe_23 (qué original), y frecuentaba mucho el canal #Valencia del chat de Terra, que por entonces era mi ISP. Allí conocí a mucha gente, la mayoría del sexo femenino, y no sólo chateaba, sino que quedaba con ellas en persona. Sólo para tomar algo, charlar y pasar la tarde. No esperaba encontrar al amor de mi vida, ni sexo ocasional, ni nada. Me apetecía ampliar mi escasísimo círculo de conocidos, y me producía una gran satisfacción personal ser capaz de afrontar el tipo de situaciones sociales que me aterraban y me llevaron al borde de una depresión y a la consulta de un psicólogo. Que por cierto, era psicóloga, y además joven y muy guapa. A eso lo llamo yo tratamiento de choque.
La primera chica a la que conocí fue Lucía. No negaré que también fue la más guapa y atractiva. Era simpática, hablaba mucho. Hay quien se pone nervioso y se queda en blanco. Ella estaba nerviosa y le daba por hablar más. Y a diferencia de las demás chicas, a ella la vi dos veces. Con la de hoy, tres.
Lucía estaba esta mañana en la cola del paro. Me ha sorprendido, porque vivía en la otra punta de la ciudad, pero la he reconocido nada más verla. Aunque no parecía exactamente ella. Pero ha pasado mucho tiempo, no podía ser otra. Y cuando he oido que su madre, que la acompañaba, la llamaba Luci no he necesitado más pruebas. Ni siquiera preguntárselo, porque aunque me lo he planteado, no le he dicho nada. Quiero pensar que si hubiera estado sola la hubiera saludado por lo menos. Dudo mucho que aún así la hubiera invitado a tomar un café, aunque de todas las chicas que conocí, a ella es a la que recuerdo con más cariño, y con quien más me apetecía volver a quedar.
Claro que si no la hubiera visto hoy puede que no me hubiera acordado de ella nunca más.
posted by Joe @ 2:24 p. m.
¿Ni un "hola, ¿cómo estás?"?
Realmente yo tampoco se como habría reaccionado, pero al menos un saludo de reconocimiento, si me habría gustado.
Besos de una maia.
Ains... pues a mi dar el primer paso para conocer a personas de internet me cuesta... o kizá no, nosé... he conocido a tres compañeras de batallas de akí, la primera valenciana ;) la segunda mañica con la q ya llevo tres años x internet y ya nos hemos visto 3 veces, y la última fue la malagueña q se vino a zgz conmigo a ver a la mañica, pero eso no me cuesta esfuerzo, al conocerlas era como si las conociese de toda la vida... El problema viene con un amigo q lleva mucho tiempo detrás de mi intentando conocernos... y a mi me da palo.. kizá sea xq sé q a él le gustaría algo más... y yo no puedo ofrecerle mas q mi amistad.
Yo en tu lugar.. nosé q habría hecho, supongo q si es alguien con quien he compartido mucho si le habría saludado.
Un beso.
Hola, de nuevo me paso por aquí para ver un poco como te van las cosas, escribes bastante por lo que no he leido todo, ejje,un poco como yo! Tu perro, Bestia, es increible, me gustan mucho los perros, más de pequeñitos, pero es inevitable que crezcan no? Bueno, un besito y gracias por comentar en mi página.
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