Así empezó todo

Esto es un intento de diario. Ya lo intenté una vez y
fracasé. Vuelvo a empezar, a ver qué pasa. La causa
es que tengo ganas de hablar y no tengo con quién
hacerlo. Por eso voy a dirigirme a un tú imaginario
que puede ser cualquiera que lea esto. Espero que eso
no ocurra, porque voy a sincerarme un poco contigo,
y a veces puede que me pase. Así que espero no contarte
cosas nuevas sobre mí. De todas formas confío que no
desvelarás los secretos que puedas conocer.

Eran otros tiempos. Concretamente, el 23 de Abril de 1993. No ha cambiado mucho desde entonces, al menos en cuanto a las intenciones de este "diario". No creo que ahora llegue a desvelar ningún secreto, pero por si acaso me curo en salud ocultando la existencia de estos escritos a quienes me conocen. Aquella primera aventura, que comenzó en un par de cassettes de un Amstrad CPC464 con 64kb de memoria y pantalla de color verde, acabó en un 486SX a 25MHz con 4MB de memoria, y almacenado en diskettes. También toda esta tecnología parece prehistórica. Fue el 14 de Enero de 1998:

P.D.- Hoy hay luna llena. Tal vez un poco menguante,
pero tanto anoche (madrugada del catorce) como hoy,
catorce de Enero, la luna está llenísima. No sé si brilla
más que nunca o son mis ojos que tienen ansias de brillo.
No te preocupes si no me entiendes, los locos somos así.

No sé por qué acabó ahí, ni por qué dejé de escribir. No creo que fuera una decisión consciente y meditada. Sólo puedo decir que un 14 de Enero recibí las primeras calabazas no académicas de mi vida, y que en 1998 me encontraba en mi tercer año de carrera, probablemente uno de los peores, aunque todavía un par de años antes de necesitar ayuda psicológica para superar mi timidez.

Hoy las formas cambian al ritmo que marca la tecnología, pero el fondo sigue siendo el mismo. Yo, en el fondo, también sigo siendo el mismo.