Diari d'un jove maniàtic

Es una sensación extraña y familiar al mismo tiempo. Ser estudiante no me pilla tan lejos, pero en las condiciones en que lo soy ahora, sí. No digo que ahora sea joven. Lo que hay es lo que hay. ¿Maniático? Depende de a quién le preguntes. ¿Hipocondríaco? Posiblemente sí. Pero ese libro, más allá de lo que me identifique o no con lo que en él se cuenta, me recuerda una época muy bonita de mi vida, que salvando las distancias parezco revivir por momentos.

Hice el bachillerato rodeado de mujeres, en una proporción similar a la de ahora (cinco a uno, más o menos). Bueno, ahora son mujeres, antes eran mujercitas. Yo al menos, con 14 años, no me considero (ni me consideraba) más que un chiquillo, pero ya se sabe que las mujeres maduran antes.

El caso es que, salvando las distancias como digo, si algo abundaba en aquella época hasta el punto de casi poderse tocar en el ambiente, eran las hormonas. Y yo en eso sigo siendo un niño grande. Será la necesidad, el hambre que agudiza los sentidos, o lo que sea, pero a falta de un estímulo intelectual (como esto siga así me saco el ciclo con la punta del... bolígrafo), me pueden los estímulos visuales.

Y el reto de momento es parecido al que me enfrenté en aquellos años. Socializarme ya no me resulta un problema, y en tres días de clase ya he entablado más conversaciones que en mi primer año de BUP, creo yo. El problema es profundizar en esas relaciones. Si se puede.

La ocasión la pintan calva, desde luego, y el destino-o-lo-que-sea parece ponerme a prueba, al hilo de mi post anterior. Las chicas en mi clase del tipo (nunca mejor dicho lo de tipo) que Shallow Joe se hubiera dignado mirar más de una vez en caso de cruzarse con ellas, se pueden contar con los dedos de una mano. Con dos dedos, para ser más exactos.

Pero una tercera, que casualmente se sienta a mi lado, a priori no reune las condiciones para ello, y aun así es la que he escogido para, en el caso de que así lo decida (léase, "me atreva") intentar conocerla mejor. Quiero hacer amigas, siempre he estado a gusto con compañía femenina, y ya sé que casi nunca cierro las puertas a que haya algo más, pero esta vez quiero poner algo de mi parte, para variar. Y con alguien que no esté out of my league, ya know?

Claro que posiblemente acabe pasando lo de siempre, aprendiz de todo, maestro de nada, me llevaré bien con todo el mundo pero nada más. Pero a principio del curso todo son objetivos e ilusiones, ¿no? ¿Por qué no en esto también?

Y otra de esas casualidades de la vida... una de mis compañeras de clase es casi vecina mía y ambos nos tiramos casi una hora para llegar al instituto. Ella va en metro, y estoy por proponerle ir los dos en mi coche. Podríamos compartir gastos de desplazamiento, bostezos mañaneros... el resto de nuestras vidas...

Actualmente escucho: El hombre que era viejo y verde a la vez (Mojinos Escozíos)