<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar/11363529?origin\x3dhttp://weenie77.blogspot.com', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
en isoHunt

20 julio 2006

Sin cronismo

Si está claro, si yo pensaba escribir un día de estos. No por quien lee mi blog, que al fin y al cabo es algo secundario para mí (importante, pero secundario), sino como terapia personal, como la terapia que empecé hace ya más de un año en la blogosfera.

[Nota: en un post hace poco desactivé los comentarios, no fue un error de blogger. El motivo es que se trataba de un post muy negativo, y ya que había caido en la autocompasión de alguna manera al escribir y pensar todo eso, no quería alimentar ese comportamiento mío con palabras de apoyo de nadie.]

Mi vida es aburrida, sí, y la de quién no lo es, pero de algo hay que hacer terapia. No me gustaría que esto se convirtiese en un diario juvenil (“hoy he hecho esto", "mañana haré lo otro", "os cuento mi finde”), motivo por el que más de una vez me he resistido a escribir, aunque a veces me gustaría encontrar el estilo de una futura exiliada y poder escribir parrafadas más cortas, pero más a menudo.

Pero supongo que no es mi forma de ser. En mi vida he sido constante en pocas cosas, y han sido muchos los proyectos que han quedado inacabados, así que supongo que cuando me siento a escribir no es por disciplina, sino porque lo necesito, y entonces me sale un torrente de palabras sin fin, como ahora.

Estos días he tenido cosas sobre las que divagar. La más omnipresente en las últimas semanas es, cómo no, la Campus Party 2006. Pondría un banner o algo en el blog si no estuviera tan perro y no se me hubiera echado la fecha encima. Pero supongo que en lugar de escribir sobre ello me he dedicado a prepararme, ya tendré tiempo de escribir y poner fotos cuando acabe. En cambio estuve tuneando mi torre, pensando y preparando el modo de transportarla a cuestas hasta la Feria de Valencia, instalando hardware nuevo, instalando software variado, leyendo (y participando) en los foros... Vamos, poniéndome al día para no desentonar en la quedada más freak que ha parido madre.

Un día estuve a punto de ponerme a escribir, pero vaya por dios, cómo se me ocurre probar ese software antes de la Campus... ¡Pues no voy yo y me vicio al jueguecito hasta que me lo acabo del tirón! Así que no es que no haya estado sin cronismo (cronos, tiempo, y sin... que no hay), pero ahora que me pongo a escribir lo que estoy es sin sincronismo en mi adsl. Vamos, que no tengo internet y ni se sabe hasta cuando, por lo que no sé cuándo pondré esto en línea.

Pero al menos me pongo y lo escribo. Una excusa más para utilizar software libre (pedazo de invento, primero Firefox y ahora OpenOffice, me estoy pasando al lado oscuro... próxima parada, linux) y recuperar ese aire "retro" de mi primer diario en archivos .doc, y también para plasmar por escrito, aunque no lo lea nadie, otra de esas características que me hacen tan peculiar.

Porque ayer volví a ver a Sandra, que desde que dejamos de trabajar en la fábrica la veo mucho menos, y a diferencia de la vez anterior, en que fui a que me enseñara su casa (la de veces que la animé en el curro cada vez que se agobiaba porque no le daban las llaves), yo estaba de mejor humor (no en vano ya puedo decir sin temor a equivocarme que estoy curado al 100% de la herida) y también ella, ya que en aquella ocasión tenía una de sus migrañas.

En esta ocasión el motivo de vernos fue que se acerca su cumpleaños (doble motivo para mí para esperar con alegría el lunes) y ella cuenta conmigo para cenar en su casa con sus amigos la semana que viene, y así me lo hizo saber. Y yo, cómo no, por muchas ganas que tenga de que llegue la Campus, si tengo que renunciar a ella por unas horas para cenar con Sandra y sus amigos... la elección está clara. Independientemente de que cuando llegue el viernes yo ya esté hasta los mismísimos de tanto freak o no.

Así que tenía ganas de escribir sobre la Campus, y sobre Sandra, que no por menos mencionada en estas páginas está menos presente en mi recuerdo, y sobre mi inminente matrícula en un ciclo formativo y la consiguiente vuelta a las aulas... y tal vez dentro de unos días escriba largo y tendido sobre todo eso, o tal vez no, pero lo que me he ha hecho sentarme ante el teclado hoy ha sido otra cosa.


No sé si soy yo. No sé si es peculiaridad mía, o de mi madre, o un poquito de cada cosa. Pero desde luego la manera de ambos de afrontar la noticia ha sido muy diferente. Incluso aunque sea su hermana y mi tía, e inevitablemente no quieres igual ni estás unido de la misma forma a una persona si es una cosa u otra. No sé si es que soy demasiado frío e insensible, o tan estúpido que no me doy cuenta del alcance las cosas, o tengo una gran capacidad de abstracción. Tampoco veo normal que mi madre se eche a llorar de la forma en que lo ha hecho, y tal vez esa sea una muestra de que lo que me pasa es más bien lo primero, que necesito un corazón nuevo en mi pecho de hojalata para las cosas que realmente importan.

Porque cuando a mí me han dicho que han operado a mi tía de un quiste en el colon no me ha afectado en absoluto. Y no es que no la quiera como mi madre (su hermana), que puede ser, pero ella enseguida ha asociado "quiste" a "cancer", y con su largo historial de operaciones tal vez ha visto las cosas desde otra perspectiva.

El caso es que ha sido una de esas noticias que nunca te esperas, y que cambian tu vida a corto plazo aunque no lo quieras, así que seguimos esperando noticias. Por lo pronto mis padres salen mañana para Gerona, y según vayan las cosas iremos viendo lo que hacemos. Porque yo también tengo ganas de ver a mi tía, pero me gustaría que fuera en su casa, todo lo recuperada que la quimioterapia se lo permita, y no en un hospital.

Tal vez algún día trabaje en uno, pero de momento no me gusta tener que pisarlos ni como visitante.

Anonymous Anónimo said...

You have an outstanding good and well structured site. I enjoyed browsing through it Nautical and boating stores in california

4:57 a. m., febrero 08, 2007  

Publicar un comentario

<< Home