Lo siento, Isis, te ha tocado
Y dicha visita me viene desde Italia. Con lo cual no quiero decir nada, ya que siento más simpatía por aquella gente (y sobre todo, su comida) que por otros vecinos geográficos. Por ningún motivo en particular. Prejuicios, seguramente.
Y siguiendo con esta racha de reflexión que me ha entrado, me ha dado por pensar. Hay que ver qué cosas tiene el destino (para los que crean en él), y por qué tonterías pueden llegar a pasar las cosas.
No recuerdo cómo llegué al blog donde comenté por primera vez, y con cuya autora intercambio desde entonces mensajes casi a diario, pero seguramente fue alguna tontería, casualidad... whatever. Empecé a leer a otra chica de mis habituales sólo porque su foto me recuerda a alguien muy querido para mí. Con ambas estoy empezando a establecer vínculos afectivos (qué pedante queda eso, por diossss) que nunca sospeché en un principio. Es más, seguramente ellas ni siquiera lo sospechen ahora mismo. Bueno, ahora ya sí, porque están leyendo esto. Yomentiendo.
Y el último de los blogs que se ha convertido en visita casi obligada por mi parte, también ha llegado por casualidad. Es más, no recuerdo cómo llegué, pero sí sé por qué he vuelto (lo cual, como en los otros casos, acaba convirtiéndose para mí en algo más serio que todo eso).
La portadora del anticristo a mi contador de visitas es una chica argentina residente en Italia, y aparte de para recomendar su lectura, vengo a soltar toda esta parrafada para reflexionar sobre algo. ¿Qué tendrá la forma de hablar de los argentinos que me vuelve loco? Mejor dicho, lo que me vuelve loco es la forma de hablar de las argentinas. Incluso sólo con leerlo ya lo encuentro irresistible.
No sé cómo explicarlo. Me parece un acento de lo más sensual, sugerente... no sé. Se nota que soy de ciencias, me quedo sin adjetivos al segundo intento. Parece que no estoy lo suficientemente inspirado hoy como para describir todo lo que me sugiere esa forma de hablar.
Menos mal que no me dio en su día por chatear con gente de allá (léase allá, con acento argentino). Si ya me parece que Alicante está lejos, no me quiero imaginar lo que pasaría si Anita fuera del otro lado del océano.
Vaya, me acabo de enterar q fue la primera a la q dejaste un comentario, eso no lo sabía yo... q emoción, siempre mola saber q has sido la primera para algo en alguien no? jajjaja
La verdad q el día q paso x mi blog y no te veo, q paso x el tuyo y tpk.. te echo de menos, aunq solo lea unas líneas ya se q estás x akí :P
Un besazo Joe :**
y hay algo que opinar de las peruanas??? ;)
Que sepas que la has acertado por partida doble.
Creo que los dos estamos hechos unos cracks en estos temas... jejeje.
A ver si tú tienes mejor suerte, que últimamente te veo también bastante lanzado.
El acento argentino es uno de los acentos más sensuales, al menos para gran parte de mis amigas. A mi me gusta, no lo negaré, pero estos argentinos son muy listos y como saben que sus palabras nos camelan...lo utilizan para ligar, si es que...jejeje
Mi ex es de Colombia, allí también tiene un acento que me gusta mucho, aunque no por eso me pillé de él, pero si es muy gracioso el: este...jejeej
Bueno, voy a seguir leyendo, que hoy puedo comentarrrr, ieeee
Patunets
Este... o esto...ups, ahora no recuerdo cual era el que utilizaba, me falla la memoria,ejeje.
Besitos
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