Los comienzos nunca fueron fáciles

Por fin.

Llevo tiempo queriendo hacer esto, pero no os podeis imaginar lo que me ha costado dar el primer paso. Pedidme que hable de nada a las 3:00 de la mañana y os llenaré tres folios (¿cuántos folios ocupa un post?), pero preguntadme qué título le quiero poner a mi blog y me tendreis tres horas ocupado sudando tinta. Ríos de tinta corren por mis venas. O algo parecido. Vaya por delante que ni soy periodista ni pretendo serlo. Seguramente este "proyecto" me venga grande, pero pensé que podría ser una versión 2.0 de mi primer diario, aquel que empecé en mi Amstrad el 23 de Abril de hace ya muchos años y que por aquel entonces guardaba en cassettes. Algún día hablaré (escribiré) de aquello, o eso espero, y de tantas y tantas cosas. Tantas cosas por hacer... y que me hagan... Tengo problemas de incontinencia verbal "en círculos reducidos". Timidez ante las multitudes y desvergüenza ante un teclado. O delante de una cerveza. Pero me gusta escribir, contar cosas, y me resulta mucho más fácil por escrito que de palabra. Así que por eso estoy aquí. Tengo miedo a que alguien pueda leer esto (creedme, no apostaría porque alguien que no sea conocido mío lea todo esto en un futuro cercano), porque tengo tendencia a ser demasiado sincero. Aun así, espero con emoción algún comentario de algún lector ocasional. Ya noto el cosquilleo en el estómago sólo de pensarlo.

Veo que empiezo a enrollarme. Me temo que más de un día esto va a ser un soberano aburrimiento para todos menos para mí. Sólo decir, para acabar por hoy, que aunque parezca una chorrada el título tiene su significado y por eso me ha costado llegar a ello, y que no empiezo a escribir hoy y a estas horas por recordar ninguna fecha (todos los españoles recordaremos algo cuando nos levantemos por la mañana el 11 de Marzo). Para mí, y perdonad que sea egoista, tiene más importancia el hecho de que hoy hace una semana que mi madre ha dejado de fumar. Al fin y al cabo, madre no hay más que una, y a día de hoy es la persona más importante en mi vida. Espero que dejando el tabaco pueda disfrutar de su amor durante muchos años.

Y también espero que le próxima vez me salga algo más alegre. Tampoco es que yo sea la juerga padre pero me encanta el cachondeo. Seguro que después de leer esto me imaginais como un Eugenio con pinta de enterrador intentando ser gracioso, pero creo que no lo soy. No soy enterrador, espero que gracioso lo sea al menos un poco. La culpa es de la noche, que me confunde. Yo siempre he sido de poco trasnochar, así que le echaré la culpa al sueño. Y voy a acabar ya, porque como siga intentando arreglarlo vamos a acabar todos como Palomino, con "narcopepsia".

Hasta otra.